Perspectiva de género en salud: guía para incorporar en tu práctica médica

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La perspectiva de género en salud permite comprender y abordar las distintas necesidades que hombres y mujeres tienen sobre su bienestar, lo que se traduce en una atención más equitativa y efectiva

En este artículo te presentamos una guía práctica con la información necesaria para incorporar la perspectiva de género en tu consulta, mejorar la calidad de la atención que ofreces a tus pacientes y su experiencia completa contigo.

Índice de contenidos
  1. El impacto de sumar la perspectiva de género en salud a tu práctica
  2. Barreras y desafíos en su incorporación 
  3. Conceptos clave que debes conocer
  4. Guía práctica para incorporar la perspectiva de género en tu práctica

El impacto de sumar la perspectiva de género en salud a tu prácticaFriendly-female-doctor-hold-patient-hand-639862774_5760x3840

Entender la influencia del género en la salud te permitirá brindar una atención médica más precisa y equitativa a todo tipo de personas. Los roles de género, las relaciones de poder y las normas sociales pueden afectar el bienestar y el acceso a la atención médica. 

La perspectiva de género en salud implica tener en cuenta esos factores y abordar de manera adecuada las necesidades específicas de cada individuo. Incorporar este panorama en tu práctica médica te otorgará distintos beneficios como:

  • Prevenir y detectar de manera temprana enfermedades y condiciones de salud que afectan de manera desproporcionada a hombres o mujeres.
  • Mejorar la calidad de vida de tus pacientes. 
  • Incrementar la satisfacción y fortalecer la relación médico-paciente.
  • Promover la equidad y reducir la discriminación en el acceso a los servicios de salud.

Barreras y desafíos en la incorporación de la perspectiva de género

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Las expectativas y estereotipos de género pueden dificultar el acceso a los servicios de salud y a la información para todas las personas. En el ámbito de la atención médica, esto compromete la calidad de la atención que se brinda a los pacientes, reflejándose en:

  • Falta de capacitación: muchos profesionales de la salud no suelen recibir capacitación en perspectiva de género, lo cual limita su capacidad para aplicarla en su práctica.
  • Estereotipos y prejuicios: los estereotipos de género y los prejuicios pueden influir en la forma en que estos profesionales perciben y tratan a sus pacientes, generando desigualdades en la atención.
  • Resistencia al cambio: algunos profesionales que se dedican a la atención de la salud pueden resistirse a incorporar la perspectiva de género debido a la falta de conciencia sobre su importancia o a la negativa de abandonar ciertas prácticas tradicionales.

Sabemos que superar estas barreras y desafíos es complicado debido a que la humanidad se encuentra inmersa en el mismo sistema que estereotipa a hombres, mujeres y a todas las personas, para hacerlo de forma efectiva se requiere de un compromiso propio, un pacto institucional y de la colaboración entre profesionales de la salud como tú, instituciones y organizaciones de la sociedad civil. 

Leer este artículo es un excelente paso para comenzar, promover tu propia capacitación en perspectiva de género y fomentar una cultura de atención médica que sea realmente equitativa y más humana.

Conceptos clave que debes conocer

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Para lograr incorporar perspectiva de género en tu práctica médica de forma efectiva, es importante que tengas en cuenta algunos conceptos clave:

  • Género: se refiere a las características, roles, expectativas y comportamientos que una sociedad atribuye a hombres y mujeres. El género es una construcción social y cultural que puede influir en la salud y en el acceso a la atención médica. La asignación de roles y estereotipos de género establece relaciones sociales de poder entre mujeres y hombres, que generan inequidades en la salud y en la vida en general.
  • Sexo: el sexo se refiere a las diferencias físicas y biológicas que existen entre mujeres y hombres, y se establecen desde que nacemos. 
  • Normas y roles de género: son expectativas que la sociedad tiene sobre actitudes y comportamientos aceptables para los hombres y para las mujeres, reforzados por la tradición, las costumbres, las leyes, el nivel socioeconómico y la ética. Los roles y normas de género nunca son neutrales y pueden cambiar.
  • Equidad de género: la equidad de género se refiere a la igualdad de oportunidades, derechos y responsabilidades entre hombres y mujeres. En la esfera de la salud, implica garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención médica sin discriminación ni barreras.
  • Estereotipos de género: son creencias o ideas preconcebidas sobre cómo deben ser o comportarse hombres y mujeres, que pueden afectar su salud al limitar las opciones y oportunidades de cada persona.
  • Escenarios de socialización de género: la familia y la escuela son lugares importantes donde suele inculcarse lo que significa ser mujer y ser hombre. Los estereotipos y conductas genéricas se transmiten a la población escolar y se reflejan en el trato diario, en actitudes que son premiadas o castigadas, en la división sexual del trabajo al interior del hogar y actividades más allá de las domésticas, en el consumo de alimentos y bebidas, en las actividades recreativas familiares y en muchas otras esferas de la vida.

Guía práctica para incorporar la perspectiva de género en tu práctica

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Como sabes ahora, para todo consultorio o clínica es recomendable aplicar la perspectiva de género para asegurar una atención médica realmente equitativa y efectiva para todas las personas. Te compartimos algunos puntos clave para lograrlo:

En tu consultorio

  • Analiza los perfiles epidemiológicos de acuerdo al género: identifica las condiciones de salud y las necesidades de tratamiento específicas de hombres y mujeres.
  • Determina los factores de riesgo por género para realizar acciones de prevención y diagnósticos tempranos más efectivos.
  • Evalúa el acceso a tus servicios para hombres y mujeres e identifica cualquier barrera.
  • Recopila información sobre la salud de hombres y mujeres por separado para identificar las necesidades y diferencias específicas. 
  • Adecúa la información, las medidas preventivas y de promoción de la salud atendiendo no sólo las características epidemiológicas generales, sino las condiciones biológicas específicas de exposición a riesgos de las mujeres y de los hombres.

Algunas herramientas digitales, como la agenda digital de Doctoralia, permiten recopilar y visualizar todos los datos de tus pacientes 24/7 en un mismo lugar. Si quieres conocer más sobre las soluciones que pueden ayudarte en tu día a día, da clic en la imagen de abajo.

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Con tu personal

  • Promueve la sensibilización de tu equipo sobre los estereotipos de género.
  • Manténganse al día con capacitaciones en perspectiva de género.
  • Incluye el panorama de género en protocolos y guías clínicas.
  • Establezcan espacios y horarios de servicios de atención o de agendamiento fuera de los horarios laborales.

Con tus pacientes

  • Evita reproducir o fomentar los estereotipos y la discriminación por sexo o género.
  • Utiliza lenguaje incluyente, no sexista y no discriminatorio en los mensajes que envíes a tus pacientes, incluyendo las notificaciones automáticas.
  • Fomenta que el cuidado de personas enfermas lo realicen todas las personas de la familia y no solo las mujeres.

Si deseas profundizar en este tema y obtener más herramientas para incorporar la perspectiva de género en salud, te recomendamos revisar la guía del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (2010) de la Secretaría de Salud del Gobierno de México.

Con las recomendaciones anteriores estarás promoviendo la equidad de género en tu práctica médica, ayudándote a garantizar una atención médica personalizada y adaptada a las necesidades de cada ser humano, contribuyendo no sólo a una mejor experiencia del paciente sino a una mejor calidad de vida para todas las personas.