Perspectiva de género en salud: guía para incorporar en tu práctica médica
La perspectiva de género en salud permite comprender y abordar las distintas necesidades que hombres y mujeres tienen sobre su bienestar, lo que se traduce en una atención más equitativa y efectiva.
En este artículo te presentamos una guía práctica con la información necesaria para incorporar la perspectiva de género en tu consulta, mejorar la calidad de la atención que ofreces a tus pacientes y su experiencia completa contigo.
Índice de contenidos
- El impacto de sumar la perspectiva de género en salud a tu práctica
- Barreras y desafíos en su incorporación
- Conceptos clave que debes conocer
- Guía práctica para incorporar la perspectiva de género en tu práctica
El impacto de sumar la perspectiva de género en salud a tu práctica
Entender la influencia del género en la salud te permitirá brindar una atención médica más precisa y equitativa a todo tipo de personas. Los roles de género, las relaciones de poder y las normas sociales pueden afectar el bienestar y el acceso a la atención médica.
La perspectiva de género en salud implica tener en cuenta esos factores y abordar de manera adecuada las necesidades específicas de cada individuo. Incorporar este panorama en tu práctica médica te otorgará distintos beneficios como:
- Prevenir y detectar de manera temprana enfermedades y condiciones de salud que afectan de manera desproporcionada a hombres o mujeres.
- Mejorar la calidad de vida de tus pacientes.
- Incrementar la satisfacción y fortalecer la relación médico-paciente.
- Promover la equidad y reducir la discriminación en el acceso a los servicios de salud.
Barreras y desafíos en la incorporación de la perspectiva de género
Las expectativas y estereotipos de género pueden dificultar el acceso a los servicios de salud y a la información para todas las personas. En el ámbito de la atención médica, esto compromete la calidad de la atención que se brinda a los pacientes, reflejándose en:
- Falta de capacitación: muchos profesionales de la salud no suelen recibir capacitación en perspectiva de género, lo cual limita su capacidad para aplicarla en su práctica.
- Estereotipos y prejuicios: los estereotipos de género y los prejuicios pueden influir en la forma en que estos profesionales perciben y tratan a sus pacientes, generando desigualdades en la atención.
- Resistencia al cambio: algunos profesionales que se dedican a la atención de la salud pueden resistirse a incorporar la perspectiva de género debido a la falta de conciencia sobre su importancia o a la negativa de abandonar ciertas prácticas tradicionales.
Sabemos que superar estas barreras y desafíos es complicado debido a que la humanidad se encuentra inmersa en el mismo sistema que estereotipa a hombres, mujeres y a todas las personas, para hacerlo de forma efectiva se requiere de un compromiso propio, un pacto institucional y de la colaboración entre profesionales de la salud como tú, instituciones y organizaciones de la sociedad civil.
Leer este artículo es un excelente paso para comenzar, promover tu propia capacitación en perspectiva de género y fomentar una cultura de atención médica que sea realmente equitativa y más humana.
Conceptos clave que debes conocer
Para lograr incorporar perspectiva de género en tu práctica médica de forma efectiva, es importante que tengas en cuenta algunos conceptos clave:
- Género: se refiere a las características, roles, expectativas y comportamientos que una sociedad atribuye a hombres y mujeres. El género es una construcción social y cultural que puede influir en la salud y en el acceso a la atención médica. La asignación de roles y estereotipos de género establece relaciones sociales de poder entre mujeres y hombres, que generan inequidades en la salud y en la vida en general.
- Sexo: el sexo se refiere a las diferencias físicas y biológicas que existen entre mujeres y hombres, y se establecen desde que nacemos.
- Normas y roles de género: son expectativas que la sociedad tiene sobre actitudes y comportamientos aceptables para los hombres y para las mujeres, reforzados por la tradición, las costumbres, las leyes, el nivel socioeconómico y la ética. Los roles y normas de género nunca son neutrales y pueden cambiar.
- Equidad de género: la equidad de género se refiere a la igualdad de oportunidades, derechos y responsabilidades entre hombres y mujeres. En la esfera de la salud, implica garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención médica sin discriminación ni barreras.
- Estereotipos de género: son creencias o ideas preconcebidas sobre cómo deben ser o comportarse hombres y mujeres, que pueden afectar su salud al limitar las opciones y oportunidades de cada persona.
- Escenarios de socialización de género: la familia y la escuela son lugares importantes donde suele inculcarse lo que significa ser mujer y ser hombre. Los estereotipos y conductas genéricas se transmiten a la población escolar y se reflejan en el trato diario, en actitudes que son premiadas o castigadas, en la división sexual del trabajo al interior del hogar y actividades más allá de las domésticas, en el consumo de alimentos y bebidas, en las actividades recreativas familiares y en muchas otras esferas de la vida.
Guía práctica para incorporar la perspectiva de género en tu práctica
Como sabes ahora, para todo consultorio o clínica es recomendable aplicar la perspectiva de género para asegurar una atención médica realmente equitativa y efectiva para todas las personas. Te compartimos algunos puntos clave para lograrlo:
En tu consultorio
- Analiza los perfiles epidemiológicos de acuerdo al género: identifica las condiciones de salud y las necesidades de tratamiento específicas de hombres y mujeres.
- Determina los factores de riesgo por género para realizar acciones de prevención y diagnósticos tempranos más efectivos.
- Evalúa el acceso a tus servicios para hombres y mujeres e identifica cualquier barrera.
- Recopila información sobre la salud de hombres y mujeres por separado para identificar las necesidades y diferencias específicas.
- Adecúa la información, las medidas preventivas y de promoción de la salud atendiendo no sólo las características epidemiológicas generales, sino las condiciones biológicas específicas de exposición a riesgos de las mujeres y de los hombres.
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Con tu personal
- Promueve la sensibilización de tu equipo sobre los estereotipos de género.
- Manténganse al día con capacitaciones en perspectiva de género.
- Incluye el panorama de género en protocolos y guías clínicas.
- Establezcan espacios y horarios de servicios de atención o de agendamiento fuera de los horarios laborales.
Con tus pacientes
- Evita reproducir o fomentar los estereotipos y la discriminación por sexo o género.
- Utiliza lenguaje incluyente, no sexista y no discriminatorio en los mensajes que envíes a tus pacientes, incluyendo las notificaciones automáticas.
- Fomenta que el cuidado de personas enfermas lo realicen todas las personas de la familia y no solo las mujeres.
Si deseas profundizar en este tema y obtener más herramientas para incorporar la perspectiva de género en salud, te recomendamos revisar la guía del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (2010) de la Secretaría de Salud del Gobierno de México.
Con las recomendaciones anteriores estarás promoviendo la equidad de género en tu práctica médica, ayudándote a garantizar una atención médica personalizada y adaptada a las necesidades de cada ser humano, contribuyendo no sólo a una mejor experiencia del paciente, sino a una mejor calidad de vida para todas las personas.